sábado, 2 de marzo de 2013

Steven Wilson: The raven that refused to sing and other stories



The raven that refused to sing (and other stories)


"Cuando el hombre deja de crear, deja de existir"
Lord Byron




  
Hace muchos años ignoraba el trabajo de Porcupine Tree, “Up the Downstair” había llegado a mis manos allá en el lejano año 2003, el cual escuché una sola vez de corrido, me sorprendió pero no lo digerí  del todo y lo guardé. Olvidado quedo durante algunos años, hasta que volví a escuchar a éste grupo…

Hace más de un par de años que el álbum “The Incident” se volvió preferido y referencia en mi vida, no es lo mismo tener  quince años que veintitantos, las cosas se viven de otra manera y por lo tanto se comprenden  de otra… y conforme van pasando los años se adquiere dicha, dolor, pérdidas, que al fin y al cabo nos llevan al conocimiento y al crecimiento.

Supongo que todos pasamos por ese proceso, en veinte años quizá pueda mirar las cosas distintas  a  como las miro ahora. Y lo mismo pasa con la manera de expresarnos, como la música.

Después del lanzamiento de “The Incident” (además de otros proyectos alternos a Porcupine Tree) Steven Wilson nos deleitó con su álbum solista “Insurgentes” y hace dos nos sorprendió con “Grace Of Drowning”.

Hace diez años que escuché por primera vez algo de su trabajo, y hoy, tal como aquel día “The raven that refused to sing (and other stories)”  me ha sorprendido, y en nada se parece a lo que escuché en aquel entonces.

Hasta cierto punto suena ilógico comparar una obra hecha veinte años atrás, con un trabajo solista actual, aunque se sea el creador del mismo (tampoco es mi objetivo hacer comparaciones) pero resulta interesante la evolución del autor de ambas obras.

“The raven that refused to sing…” es una obra llena de matices (como todos los trabajos de Wilson), va del funk / jazz  de “Luminol”, hasta la más profunda melancolía del tema que le da nombre al disco (es imposible que no se los llenen los ojos de lágrimas al escuchar  “Sing to me raven/ I miss her so much / Sing to me Lily I miss you so much” ) pasando por guitarras densas y dramáticas como en “Drive Home”.  Las notas progresivas  en “The Holy Drinker” hacen que sea una gran explosión de sonoridad; “The Pin Drop” es mucho más eléctrica que las anteriores, pero los coros son sublimes,  y “The Watchmaker” es mucho más densa y a ratos el piano nos puede parecer nostálgico, la amalgama que crea el bajo, la flauta y el mellotrón es impresionante. Al fin y al cabo las historias que aquí se cuentan son oscuras, puesto que nos relatan encuentros con fantasmas y sucesos sobrenaturales, por eso no resulta extraño que este cargado de tanta melancolía.  

Las seis historias “relatadas” en el álbum se pueden leer en el libro incluido en una de las ediciones especiales del disco. Todas ellas salidas de la mente de Steven Wilson, quien no se queda quieto y crea y crea, se  reinventa como artista sin perder su esencia.

Quizá pasen otros veinte años y  “The raven that refused to sing and other stories” sea un referencia en la historia de la música, o quizá no lo sea, lo que es cierto es que Steven Wilson es hoy por hoy una de las más grandes figuras de la música de nuestros días, como lo sigue siendo Robert Fripp o Roger Waters, hoy él está a la altura de esos dos genios del prog y la psicodelia. ¿Será que en veinte años nos pueda regalar otra obra magistral como ésta? ¿O se contagiará y hará giras presentando lo mismo pero más grande (y más costoso cada vez)? ¿O se retirará cuando ya no tenga nada que ofrecer como artista? … Los años nos dan madurez y también nos darán las respuestas. Hoy solo nos resta escuchar el trabajo de éste gran artista.



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